La mala alineación de la geometría del vehículo provoca un arrastre en los neumáticos, que acelera su desgaste así como incrementa exponencialmente el consumo de carburante. El principal beneficio de un correcto alineado de neumáticos es que impide el desgaste precoz e irregular de los mismos.
Generalmente el desajuste de la alineación se produce cuando se golpean los neumáticos contra un bordillo o por pequeños golpes de forma repetitiva. También hay que tener cuidado con los baches y badenes.
El principal objetivo cuando hablamos de alineación es que los neumáticos queden paralelos para un correcto apoyo en el asfalto. De este modo evitamos un deterioro irregular de los neumáticos, alargando su vida útil y conseguimos una conducción más óptima y segura. Además, una mala alineación puede acarrear problemas en varias partes mecánicas de la dirección.
¿Cuándo alinear la dirección? Cada vez que cambies los neumáticos o amortiguadores, y cuando aprecies que tu vehículo tiene tendencia a irse a un lado. También es recomendable cuando se aplique cualquier tipo de mantenimiento sobre el sistema de dirección.
En resumen, no olvides la importancia de la alineación de la dirección de tu vehículo, ya que conseguirás una conducción más eficiente, segura y económica.