Las personas no somos las únicas que hemos perdido movilidad con el estado de alarma: la gran mayoría de los vehículos también permanece parada. La cuestión es que dejar un coche inactivo durante un mes puede afectar a algunos de sus sistemas y provocar averías.
Si tienes tu coche aparcado en casa, conviene que revises algunos elementos con el fin de evitar problemas posteriores. Eso sí, recuerda que debes hacerlas siempre y cuando no infrinjas las restricciones de movimiento decretadas durante el estado de alarma:
- Batería: los vehículos consumen batería incluso cuando están parados. Si es el caso de tu coche, conviene que la desconectes para que no se descargue por completo. Para ello, deberás desconectar primero el borne negativo y después el positivo. También conviene que cubras con cinta aislante o un tapón los terminales de la batería.
- Neumáticos: al permanecer mucho tiempo en la misma posición, el peso del vehículo puede provocar que los neumáticos pierdan aire e incluso se deformen. Conviene que lo muevas de vez en cuando si tienes posibilidad y también que controles la presión.
- Niveles: ahora que tienes el coche parado (y si está sobre un lugar plano), es el momento ideal para comprobar los niveles de líquidos. Aceite de motor, refrigerante, líquido de frenos o lavaparabrisas son algunos de los que conviene controlar.
- Lámparas: revisa que todas las luces de tu coche funcionan correctamente. Así podrás anticipar posibles problemas cuando vuelvas a utilizarlo. Además de aumentar tu seguridad, evitarás multas por circular con ellas fundidas.
- Arranca el coche: si puedes, al menos una vez cada 10 días, da una vuelta con el coche, por corta que sea. Esto hará que el lubricante circule por el circuito, así como el líquido de frenos. De esta manera, el vehículo estará en mejor forma cuando lo vuelvas a conducir de manera habitual. También las ruedas y los ejes agradecerán un poco de movimiento.
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Fuente: La Vanguardia.