Las averías son un fastidio que te puede dejar tirado en cualquier momento o, lo que es peor, puede suponer un serio disgusto.
Muchos problemas se pueden anticipar con una buena revisión en tu taller de confianza. No obstante, conviene que prestes atención a algunos síntomas que revelan que una avería está acechando tu coche:
- Observa si tu coche deja manchas en el suelo. Si no son de agua, acude a tu taller de confianza lo antes posible.
- Cuidado con los consumos excesivos. Si ves que tu coche gasta más combustible de lo habitual, puede ser un síntoma de avería.
- Ojo a los avisos. Si tu ordenador de a bordo te avisa de una avería o ves algún testigo encendido, no los ignores.
- Revisa los neumáticos: comprueba que están en buen estado y que su presión es la correcta.
- Echa un vistazo a la batería: debes fijarte en que las conexiones estén limpias, protegidas y fijadas.
- Comprueba los niveles de aceite y otros fluidos como el refrigerante o el líquido lavaparabrisas. Lo ideal es que sea tu taller de confianza quien compruebe todos los fluidos.
- Echa un vistazo a las luces y los intermitentes, tanto delanteros como traseros. Es muy fácil que te pase desapercibida una bombilla fundida en la parte de atrás.
- Si notas cualquier anomalía en los frenos o en los amortiguadores, acude al taller inmediatamente.
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Fuente: RACC.