Quitar el freno de mano es un acto tan cotidiano que puede llegar a olvidársenos. Forma parte del ABC al encender el vehículo, pero despistarse y dejarlo puesto es más habitual de lo que parece.
¿Qué ocurre si circulamos con el freno de mano accionado? Los rusos de Garage 54 se lo han preguntado y han grabado un vídeo sobre ello.
Los autores destacan que este es un problema menor en los últimos modelos, que suelen equipar sistemas de frenado electrónico. En cualquier caso, los efectos sobre el neumático y la llanta son impactantes.
Una vez iniciada la marcha con el freno de mano puesto, la integridad del neumático no aguanta casi ni el primer kilómetro. Los materiales del neumático se desgastan y desprenden rápidamente hasta llegar a la cámara de aire, que tarda poco en reventar. De ahí a los efectos catastróficos en la llanta pasan pocos segundos. Compuesta de aluminio, comienza a desgastarse hasta que acaba por romperse.
Con todo, las consecuencias de este error no se limitan únicamente a la rueda. Tanto el motor como los componentes del freno se someten a un sobreesfuerzo que acaba por sobrecalentarlos y, posteriormente, averiarlos.
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Fuente: ABC