¿Refrigerante o agua? Te ayudamos a elegir

¿Puedo echar agua al motor en lugar de refrigerante? Esta es una duda que se plantean muchos conductores que quieren mantener su vehículo. Lo cierto es que utilizar productos diseñados específicamente para el motor de un vehículo siempre es aconsejable y el caso de la refrigeración del mismo no es una excepción.

Cuando el motor del coche está en funcionamiento, las elevadas temperaturas que se producen pueden provocar un calentamiento excesivo del mismo. El que se encarga de mantener a raya esa temperatura es el líquido refrigerante, que ha sido específicamente formulado para ello.

Normalmente, este líquido está compuesto por etilenglicol, que ayuda a que el motor no sufra un recalentamiento, manteniendo temperaturas estables y adecuadas para su óptimo funcionamiento.

Pero el líquido refrigerante no solo evita sobrecalentamientos, sino que también se encarga de parar el efecto contrario: la congelación. Así, este líquido se encarga de que las piezas no se congelen en invierno, ya que aguanta temperaturas muy bajas. Además, el líquido refrigerante limpia y protege de la oxidación a las piezas del sistema de refrigeración gracias a sus propiedades anticorrosivas.

En cuanto al agua, su contenido en cal podría llegar a ser dañino para el vehículo. Aunque utilizaras agua destilada, ésta podría provocar corrosión en las tuberías, además de afectar a mangueras y cámaras del motor.

Además, los puntos de congelación y ebullición del agua son de 0ºC y 100ºC respectivamente, un rango menor del que posee el líquido refrigerante. Por eso es más aconsejable el uso de este producto químico, que es capaz de equilibrar la temperatura y proteger el motor al mismo tiempo.

Si revisas de manera periódica tu vehículo en tu taller de confianza, podrás comprobar de manera efectiva el nivel y el estado del líquido refrigerante del coche, una cuestión muy importante especialmente tanto para afrontar el verano como el invierno.

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Fuente: Asetra