Como tú eres un conductor que está al día, seguro que ya sabes que eso de llamarle “anticongelante” al líquido refrigerante de tu coche está más pasado de moda que bailar la Yenka. También sabrás que la principal función de este producto químico consiste en mantener a raya la temperatura del motor para que los metales de las piezas no se fundan.
Además, este líquido tiene mucho que ver con un elemento muy importante de tu coche: la bomba de agua, que es el corazón del sistema de refrigeración del motor. Esta bomba se encarga de hacer circular el agua por todo el circuito. Para garantizar su máxima vida útil y un rendimiento óptimo, resulta muy importante utilizar refrigerantes de calidad y comprobar que el que utiliza el coche se encuentra en perfectas condiciones.
De hecho, el máximo rendimiento en los motores modernos se obtiene a temperaturas elevadas, por lo que en los 'puntos calientes' del motor, la temperatura del líquido refrigerante supera los 100ºC, según recuerda el fabricante de bombas de agua Dolz.
Además, se puede producir el fenómeno de la cavitación en zonas zonas donde el líquido circula a una velocidad alta y las variaciones de presión son fuertes.
Por todo ello, conviene emplear líquidos refrigerantes adecuados como los que te proporcionan en tu taller de confianza, los cuales ayudan a evitar depósitos o residuos de corrosión sólidos que pueden generar taponamientos o ser arrastrados como sólidos en suspensión, por efecto de la agitación provocada por el flujo de la bomba de agua.
De hecho, cuando el líquido que está en el circuito contiene residuos sólidos suspendidos, estos actúan como abrasivos y pueden provocar erosiones que darán lugar a fugas de la bomba de agua y las consiguientes averías.
Por todo ello, no olvides que, especialmente en verano, conviene que revises en tu taller de confianza el nivel de líquido refrigerante y, si es necesario, sustituirlo por otro producto adecuado a tu vehículo.
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Fuente: Dolz.