Generalmente, si pasas las revisiones pertinentes, mantienes un buen nivel de aceite y no fuerzas los cambios de marchas, la caja de cambios suele tener una vida útil tan larga como el propio coche.
No significa esto que no pueda averiarse y hay tres síntomas que delatan un posible fallo en una caja de cambios manual:
1. Bloqueo al intentar cambiar de marcha: Para que no entren dos marchas a la vez cuando conducimos, los bolillos de seguridad bloquean el acceso. Si éstos se desgastan, el eje secundario se quedará atorado, pues si no dos marchas activadas lo harían girar a dos velocidades diferentes. La solución está en colocar nuevos bolillos de seguridad a la caja.
2. Ruido al intentar meter una marcha: Si notas ruidos al realizar el cambio de marchas, lo más probable es que sea un fallo de desajuste del embrague. en este caso se recomienda acudir al taller para tensar el cable del embrague y ajustar de nuevo el tope para que el desembrague sea completo; también es conveniente `sangrar´ el circuito hidráulico de mando.
3.Dificultad para que entren las marchas: En este caso, también es posible que el mando del embrague se haya desajustado y sea necesario retensar el cable. Si la situación persiste, será necesario lubricar el varillaje de accionamiento del cambio por si se ha desalineado y ajustarlo.
Si a pesar de haber hecho lo anterior, la caja de cambios sigue dándonos problemas, podría tratarse de una avería interna: tendrás que pasar por tu taller para desmontar la caja y comprobar que rodamientos, piñones y el resto de componentes se encuentran en buen estado y reemplazar los que estén deteriorados.