¿Conoces el filtro de partículas (FAP)? Pues los talleres de reparación de coches, sí. Es un viejo conocido que visita habitualmente sus instalaciones con achaques, sobre todo en el caso de los vehículos diésel. Sin embargo, cuidar de él es muy fácil.
Este elemento se encarga de limitar la emisión de gases contaminantes del vehículo al realizar la combustión. La mayoría de averías se observan en coches que hacen muchos recorridos por ciudad, ya que los tiempos entre paradas y movimiento son tan cortos que no permiten al componente realizar el ciclo de limpieza o regeneración por completo.
Por ese motivo, uno de los consejos que puedes seguir es sacar el coche de vez en cuando a la carretera y circular durante una media hora por encima de las 2.000-2.500 rpm. Normalmente, con conducir durante ese tiempo a más de 60 km/h es suficiente. De esta forma, pondrás en marcha el ciclo de regeneración y evitarás que se obstruya.
También debes evitar circular continuamente con marchas largas. Aunque es una recomendación general para realizar una conducción eficiente, hacerlo tiene las mismas consecuencias que circular siempre por ciudad. Esto se debe a que el coche no podrá hacer el ciclo de regeneración del FAP.
No llenar por completo el tanque de combustible también es aconsejable. Hacerlo provoca que aumente el nivel de aceite en el cárter (se mezclará con el combustible), lo que podría provocar un aumento descontrolado de la aceleración del vehículo y también averías graves.
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Fuente: Autocasión